El nuevo Centro de Salud de los Olivos se ubica en una parcela trapezoidal al Sureste de la ciudad de Huesca. El edificio se encuentra en una situación de borde urbano, dentro de un entorno de edificación residencial en bloque abierto. Se proyecta un edificio aislado, con un esquema en peine que se adapta a las necesidades del programa y permite la creación de una edificación permeable, integrada en el tratamiento de la parcela.
Se define un eje principal Norte-Sur que vertebra el programa y que constituye el eje de comunicación del edificio. A partir de este eje, en el sentido Este-Oeste se generan los brazos que albergan las diferentes Áreas Funcionales. El volumen se crea mediante la agregación de piezas que generan maclas y un decalaje de planos tanto en planta baja como en primera. La piel de estos elementos se define como una superficie calada en las orientaciones Norte y Sur, lo que permite un gran aporte de luz natural al interior del edificio, a la vez que contribuye al control solar. Los planos perpendiculares, configurados como elementos mayoritariamente ciegos contribuyen a la definición volumétrica mediante oposición y contraste con los anteriores.